10- Cómo conducir en la ciudad
Cómo conducir en la ciudad, primera parte
Meta: enseñar a su hijo adolescente a manejar con seguridad y confianza en el complejo entorno de la ciudad. Nota: Son necesarias cientos de horas, si no es que varios años, para dominar las técnicas de manejo en la ciudad.
Ubicación: calles urbanas muy transitadas. Comience en los horarios en los que el tráfico es ligero, para luego cambiar al tráfico más pesado, conforme su adolescente adquiera confianza.
Revisión de habilidades
Debido a que conducir en el entorno concurrido y abarrotado de la ciudad es un desafío para los conductores nuevos, este es un buen momento para revisar las habilidades de manejo claves. La habilidad más importante de los conductores es la habilidad de tomar buenas decisiones. Manejar en la ciudad obliga a los conductores a tomar muchas decisiones rápidamente. Los tres aspectos que se necesitan para conducir con seguridad en la ciudad son:
- visibilidad: para detectar los problemas potenciales en todas direcciones
- espacio: para maniobrar alrededor de obstáculos y evitar problemas
- tiempo: para anticipar riesgos y realizar ajustes de velocidad o de posición
Lección uno: optimización de la visibilidad y del espacio
Conforme practique, haga que su hijo adolescente se concentre en tomar decisiones que optimizarán la visibilidad y el espacio alrededor del vehículo, con lo cual aumentará el tiempo de reacción disponible.
- Anticipación (consulte la habilidad seis): al conducir en el congestionamiento de la ciudad, el margen de error es muy pequeño. Es fundamental identificar y anticipar problemas potenciales.
- Cubrir el freno: enseñe a su hijo adolescente que cuando detecte un problema, debe “cubrir” el freno, al retirar el pie del acelerador y colocarlo sobre el freno. Esto los preparará para disminuir la velocidad o para detenerse repentinamente. Asegúrese de que no se “monten” en el freno. Montarse en el freno confunde a otros conductores y desgasta los frenos sin necesidad.
Lección dos: identificación de riesgos
Conforme comience la práctica de manejo en la ciudad, haga que su hijo adolescente conduzca a lo largo de varias cuadras para que identifique y nombre riesgos comunes en calles concurridas y congestionadas. Pídale que describa cómo abordaría con seguridad cada riesgo que identifique.
Tales riesgos pueden incluir las siguientes situaciones:
- automóviles estacionados, automóviles que entran o salen de espacios de estacionamiento, y puertas de automóviles que se abren
- camiones de reparto que se detienen repentinamente, con conductores corriendo desde y hacia los camiones
- autobuses que hacen paradas frecuentes, con pasajeros que abordan o descienden
- callejones sin salida, con automóviles o ciclistas que se salen con rapidez
- peatones o ciclistas que se mueven de manera impredecible, que cruzan la calle de forma ilegal, etc.
- visibilidad limitada e intersecciones separadas en intervalos más cortos
- conductores agresivos que compiten por espacio en el carril o por lugares de estacionamiento
- flujo de tráfico que se detiene y avanza
Eche un vistazo primero
Cómo conducir en la ciudad, segunda parte
Meta: enseñar a su hijo adolescente a manejar con seguridad y confianza en el complejo entorno de la ciudad. Nota: Esta meta no puede alcanzarse en una sola sesión. Pase el mayor tiempo posible con su hijo adolescente practicando las habilidades de manejo seguro en la ciudad.
Ubicación: calles urbanas muy transitadas. Comience en los horarios en los que el tráfico es ligero, para luego cambiar al tráfico más pesado, conforme su adolescente adquiera confianza.
Lección uno: cómo evitar obstáculos
Concéntrese en la posición del carril para evitar obstáculos: conducir en la ciudad involucra muchas circunstancias en las cuales los carriles de tráfico se comparten, están congestionados, y parcial o totalmente bloqueados. Durante las sesiones de práctica en los caminos concurridos de la ciudad, haga que su hijo adolescente identifique estos pasos para evitar obstáculos con seguridad:
- Identifique los obstáculos en el carril derecho, como camiones detenidos, automóviles estacionados, camiones de reparto y ciclistas.
- Identifique obstáculos en el carril izquierdo, como, vehículos a la espera de dar vuelta a la izquierda o automóviles que viajan en dirección contraria, errantes sobre el centro del carril.
- Identifique el carril de tráfico menos congestionado. Pista: en un camino de tres carriles, normalmente es el carril central.
- Coloque el vehículo en el carril a la mayor distancia posible de cualquier obstáculo.
Puede ser tentador rebasar vehículos en calles congestionadas, cuando los obstáculos o el volumen del tráfico hacen más lento el tráfico. Sin embargo, esto puede ser peligroso, debido a los espacios reducidos de las intersecciones, el flujo irregular del tráfico, los automóviles que entran y salen de espacios de estacionamiento, etc. Enseñe a su hijo adolescente a evitar pasar por las calles concurridas de la ciudad.
Lección dos: distracciones mortales
Lo que sucede en el interior del automóvil puede ser tan peligroso como lo que sucede afuera. Participar en actividades que lo distraigan mientras maneja puede ser mortal, en especial para los conductores jóvenes. Pida a su hijo adolescente que haga una lista de las distracciones peligrosas para conducir. Sus respuestas deben incluir las siguientes:
- hablar por teléfono, enviar mensajes de texto o marcar un número telefónico
- cambiar la estación de radio o mezclar/reproducir música
- pasajeros, mascotas u objetos moviéndose en el automóvil
- comer, beber o fumar
- buscar un objeto
- conversaciones intensas o emocionales
- maquillarse o mirarse en el espejo
Enseñe a su hijo adolescente a evitar actividades que lo distraigan cuando sea posible, pero especialmente en entornos concurridos o congestionados. Recuérdele que se concentre en mantener tanto espacio como le sea posible alrededor del vehículo en todo momento.